Foto: Artesacro
Desde la manigueta se ve casi toda la cofradía, y aquí, asido a ella, uno reflexiona sobre las cosas que pasan en nuestras hermandades.
Este sábado la Virgen de la O sale a recorrer Triana, a ver a la Abuela, a conmemorar que hace 450 años que nació su hermandad y que, más tarde, su Estación de Penitencia era a Santa Ana.
Soy de los que piensan, como me dijo una vez un amigo, que todos somos de la O. Cada uno tiene su hermandad, sus hermandades, pero la O es de todos y todos tenemos parte de nuestro corazoncito cofrade en Castilla 30. Tuve el honor la pasada Cuaresma de pronunciar, en el marco incomparable del Castillo de San Jorge, el Pregón de Semana Santa de la Peña Trianera y allí hablé de la O. Esto es lo que decía:
“Hay cofrades que piensan que las coronaciones están devaluadas. Que se lo pregunten a las muchas beneficiarias del proyecto “Esperanza y Vida” de la hermandad de la O. Es una verdadera tragedia cuando una mujer en situación de exclusión o de vulnerabilidad psicológica o social queda embarazada, más aún, como los llamaba Santa Teresa, en estos “tiempos recios”. ¿A cuántos niños ha salvado (sí, salvado) ya la hermandad desde 2007? Toda Triana sabe a estas alturas que los carritos, las tronas y las bañeras en desuso se entregan en la casa hermandad de la O. Los servicios sociales acuden a la hermandad ante estos casos y la ayuda no es solo material, si no psicológica, legal y económica. ¿Coronaciones devaluadas? Verdaderamente no lo creo.
En ese cajón de sastre que tenemos en el fondo de la memoria, al que llamamos “recuerdos”, existe una imagen de María Santísima de la O que se hace “foto de perfil” cada vez que sale a relucir su Coronación Canónica: La Virgen sin corona en su palio, por la calle Castilla, camino del Altozano. Porque la O nos espera diariamente en el altar mayor de su Parroquia, pero resplandece cuando la vemos en su paso de palio, la O en su palio es una rosa que huele a Triana, la O en su palio es rotunda, perfecta, bella, decidida… No podríamos imaginar la unción sagrada de Nuestro Padre Jesús Nazareno sin el aderezo justo de la azulejería de su altar ni a la Virgen de la O sin su paso de palio. Hoy hablamos de Semana Santa y la medida perfecta de la Virgen de la O en su palio es, para el que os habla, un resumen exacto de lo que es la Semana Santa en Triana.
“Todos somos de la O”, me decía un amigo. “Todos somos de la O”, me repetía a mi mismo convencido.
Con una Cruz de carey
como pesado madero
va caminando Jesús,
al que llaman Nazareno.
La joroba de su espalda,
corvada ya por el peso,
es Biblia donde aprender
y va sirviendo de ejemplo
a grandísimos cofrades
que nacieron en el seno
de su hermandad centenaria
y al abrigo de su templo.
¡Qué cansado vas, Señor,
con ese pesado leño!
pero con cuánta dulzura
nos muestras tu sufrimiento…
Y luego viene la O,
la Virgen de los desvelos,
que te roba el corazón
cuando te viene al encuentro…
La medida de su paso
es blasón de lo perfecto,
sus flores, sus bambalinas,
su rostrillo, su pollero,
la perfección de su andar,
sus manos de caramelo,
la luz de ese Viernes Santo
que la envuelve de misterio…
Todos somos de la O
porque Tú encarnaste al Verbo,
todos somos de la O
por quien llevaste tan dentro,
todos somos de la O
trianeros y no trianeros.
Todos somos de la O:
que nadie discuta eso”.